Quién soy

Soy Ana Serrano Hernández, cordobesa apasionada del  mundo del arte y de mi ciudad. 

Me gusta transmitir mi entusiasmo por el patrimonio artístico de una forma vital y creativa. Mi mayor deseo es que al mostrar éste patrimonio la gente disfrute de él al igual que lo hago yo, que vivan una auténtica experiencia estética y que difundan a su vez esas emociones vividas.

Mi forma de concebir la cultura es totalmente vivencial  para ello no siempre es suficiente con estar en el lugar apropiado, a veces necesitamos que alguien nos lo explique. Para disfrutar de nuestro patrimonio necesitamos comprenderlo, asimilarlo, experimentarlo, vivirlo y emocionarnos. Y esa es mi función , hacer posible esa experiencia a través de la interpretación del patrimonio.

Aquí expongo mi formación profesional y familiar, ya que considero que  ambos aspectos han ido ligados y han desembocado en lo que ahora soy:

Nací en Córdoba, en el seno de una familia amante de la música, la historia y los monumentos. Los paseos de los domingos los dedicábamos a visitar la Judería, el Alcázar, la Mezquita, y los museos. Sin duda ésta educación recibida, a la vez divertida y cultural, dejó en mí un germen que propició mi carrera profesional. Desde aquí doy las gracias a mis padres.

Soy Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba. Allí fui becaria de Investigación y Docencia y después colaboradora honoraria del Departamento de Historia del Arte, Arqueología y Música.  He participado en numerosos congresos de Arte y Arqueología, y he impartido clase de Teoría del Arte, además de Arte Paleocristiano, Mozárabe, Visigodo y Asturiano, e Historia de las Artes Aplicadas. También soy especialista en Conservación del Patrimonio por la Universidad de Alcalá.

Laboralmente he participado en el Catálogo de Bienes Muebles para la Junta de Andalucía.
Como gestora cultural he dirigido los Talleres de Arte Contemporáneo Infantil y Juvenil, financiados por la Junta de Andalucía a través del Programa Iniciarte. La función de estos talleres era la difusión de artistas noveles y la dinamización de nuevo público.

Ésta última etapa me ha llevado a considerar de nuevo que la conservación y valoración de nuestro patrimonio debe partir del conocimiento de nuestra herencia cultural. Hay que vivir el arte, conocer los vestigios de la Historia y sobre todo, y por encima de todo, disfrutar  de la experiencia.

Por ello soy Intérprete del Patrimonio .